viernes, 20 de agosto de 2010

20 agosto 2010....Aquel otro verano de 1956....

Ayer desgraciadamente fue el último día pasee por Playa den Bossa....Sobre Formentera se formaban unas grandes nubes blancas, presagio de lluvia ,según los entendidos de la zona. Desde Sal Rossa hasta Ibiza se veía la gran franja de nubes blancas como "cumulos", pero a ras de mar...El sol iba declinando sobre ellas y a medida que se iba poniendo la isla de las Ratas se iba oscureciendo....Me quede contemplando aquel espectáculo, como deseándolo hacer mio para siempre,pero era efímero, como todo.
El bullicio de los bares ,la gente recogiendo las toallas,luciendo sus cuerpos, al declinar la tarde,sobre la arena, los italianos gritones ,riendo fuerte,música,griterío de niños, arena algas sal mar,el sol intentando  irse adormir,las nubes extrañas para mí, jugando con Formentera a ver cual se dibujaba más recta y paralela con el horizonte

AQUEL VERANO DE 1956
Recuerdo que con mis padres bajábamos hasta las palmeras,a orillas del mar Los caminos desde la carretera principal que pasaban por delante de la escuela, de San Jordi hasta la playa. Eran de arena,y entre almendros algarrobos higueras y olivos discurría nuestro paseo,hasta el agua.
Recuerdo que yo cogía lirios blancos,Estaba todo llenito de ellos. A mi aquellos lirios siempre me parecieron las flores más bellas de aquel paraíso....
Cuando llegábamos a la playa, yo llevaba en mis manos un buen ramo de ellos,y era la niña más feliz del universo.
Algunos días a mitad del camino , nos sentábamos debajo de una higuera.
Las higueras entonces eran enormes o a mí me lo parecían .Estaban apuntalas para que sus hojas no tocaran al suelo y las cabras pudieran guarecerse del excesivo sol en verano,Yo eso entonces no lo sabia .Pero si notaba el calor de la arena mezclada con tierra en la espalda, cuando me tendía bajo ellas y veía sus hojas grandes y frescas ;movidas por la brisa marina,y aquel olor de higuera,Mi madre cogía un higo ,eran negros grandes ,debian de ser brevas, la floración de la higuera.lo partía y me lo ofrecía Yo lo mordisqueaba, me gustaba notar aquellas minusculas semillitas entre mis dientes,y su sabor fresco y dulzón.Pero lo que más me gustaba era estar con mis padres en aquel paraíso. Mi padre cogía a mi madre por los hombros ,le daba un beso , y la decía: , vamos vamos que en la playa estaremos más fersquitos....Yo reclamaba mi parte, hacia que mi padre me cogiera en brazos , me obsequiara a mi también con un beso...y continuaramos hasta la playa que ya se veia,no muy a lo lejos.....
La playa era frescor, olitas suaves,una tras otra azul muy limpio, La torre de Sal Rossa vigilandonos. Mi padre me contaba cuentos inventados ,sobre aquella torre , para vigilar piratas,y yo lo escuchaba embelesada hasta que el mar era para mí más fuerte que las historias que me contaban y hacia que los tres fueramos al agua.
Comencé a nadar muy pronto,mi padre se ponia ,a unos tres metros de mi madre ,y yo me desplazaba de uno a otro ,poniendo a ratitos el pie en el suelo,hasta que poco a poco se fueron separando cada vez un poquito más y yo a poner menos veces el pie en el suelo.
Allí perdí el miedo al agua,que creo nunca he tenído, creo que nadaba mejor que caminaba,
Mi padre siempre decia :" La nena, comenzo a nadar, antes que a caminar, en San Jordi"
Y creo que es bastante acertado......
Me gustaba tenderme, entre los montones de algas de posidonia muerta y seca, que se acumulaban por entonces en las playas de toda la isla.Algunos payeses las recogian para mezclarlas con las tierras y utilizarlas como abono o simplemete para esponjar la tierra de sus cultivos....
Era otro mundo donde todo se aprovechaba, nada se tiraba y aun no exxistia la palabra "ecologismo". Pero que este se daba de una forma natural y espontanea.

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