viernes, 10 de septiembre de 2010

Verano de 1959......En Ibiza

Al llegar íbamos al Bar Dorado,allí tomábamos un café con leche y un trozo de pastel de queso el flao o bien un trocito de gerixonera. A mi me gustaba más el flao.
El Bar Dorado estaba en la calle Tamarit nº 3 donde ahora esta Custo Mis padres conocían a los dueños y eran ellos los que nos alquilaban el piso, frente al Teatro Pereira sobre el bar Domingo,donde cada noche ponían Ansiedad, Unforgettable,Noche de Ronda,cantadas por Nat King Cole.Y que yo escuchaba y escuchaba hasta quedar dormida.Recuerdo que me ponía especialmente contenta y de buen humor Manbo Italiano,en cambio me daba mucha  tristeza,las hojas muertas....Supongo que al dueño del bar le encantaría Nat King Cole y toda la noche soñaba....después a la mañana siguiente me encontraba tarareando las melodías en los mejores momentos del día paseando,nadando con mi flotador azul por un lado y blanco por el otro en Talamanca,aunque no lo necesitaba , pues ya nadaba bien ,mi padre siempre precavido me lo hacía llevar.
Las payesas montaban en bicicleta sin dificultad y los hombres se ponían unas abrazaderas en los pantalones para no cogerse el bajo del pantalón con las cadenas de las bicis.Las bicicletas hacían un sonido peculiar tranquilo y constante que a mi me tranquilizaba.Mi padre y casi todo el mundo alquilaba las bicicletas al final de Vara de Rey
Mi padre y mi madre reían mucho y eran muy felices,se pasaban el día haciéndose carantoñas, fiestecitas y cuidando de mí.!Eramos una familia feliz,en un lugar inigualable para sentir la felicidad!
Con mi madre iba al mercado y comprabamos el pescado que se retorcía, y salíamos corriendo hacia casa y mi madre los terminaba de matar en el fregadero . A mi me gustaban los molls,con una rebanada de pan con tomate que mi madre con santa paciencia, me daba bocado a bocado en la boca.
Las vendedoras que vendían las verduras y la fruta, también vendían flores ,y algún día mi madre compraba algún ramito de flores de variados colores, flores que entonces no sabia el nombre ,pero que eran crisantemos de varios colores y tamaños, margaritas y algunas especies como espuela de caballero gigante y otras que solo he visto en Ibiza.
Por la tarde mi padre que se había comprado una caña de pescar me llevaba con él al puerto y allí pasábamos la tarde pescando y siempre siempre volvíamos con algo ,que mi madre muy contenta al vernos cocinaba para la cena,y que yo no quería ni probar.Después de cenar mi madre se arreglaba y mi padre también y salíamos a dar un paseo.
Mi madre siempre llevaba unos vestidos muy bonitos algunos se los hacia ella y otros su madre mi abuela Emilia.
Aquel verano el que más recuerdo era uno blanco con talle de avispa y falda muy acampanada y en el extremo de la falda había bordados grandes girasoles con un tronco y unas hojas verdes también grande.Lo recuerdo, pues cuando se sentaba y yo andaba por el suelo ,me gustaba reseguir el bordado de las flores amarillas,con el dedo.Llevaba el cabello peinado con raya al lado y en declive, como lo tenia rizado natural parecía una artista de cine. Tan sólo se pintaba los labios que los tenía muy bonitos y bien dibujados.
Mi padre antes de salir de casa se afeitaba, a mi me gustaba verlo afeitarse en el baño, después se humedecía el cabello negro se ponía una camisa y un pantalón...y nos íbamos a dar una vuelta por el puerto Llegábamos hasta el Muro donde mi padre me enseñaba a ver la Via Lactea, la Osa Mayor y la Menor,las Ciclades.Y me contaba que había otros mundos como el nuestro....Y yo soñaba en como serian. Aquel año vi por primera vez las lágrimas de San Lorenzo,la lluvia de meteoritos alrededor de la segunda semana de agosto y precisamente los vi desde Es Muro y otra vez por la carretera de San Jordi donde habíamos ido a ver a  la familia que vivía enfrente de la escuela,con la que habíamos pasado un verano, el primero de llegar a la  isla.
Nos habían invitado a cenar El postre eran macarrones de San Joan,,unos macarrones dulces cocinados con azúcar,canela y limón que , ni a mi ni a mi padre nos habían gustado ,y los habíamos dejado. Mi madre se había comido tres platos el suyo y los dos nuestros.Al volver caminando por la carretera, mamá nos había confesado que a ella tampoco le habían gustado pero...." que la educación era la educación"Mientras mi madre decía esto los meteoritos se sucedían uno tras otro en el cielo.Uno cayó en la carretera tratamos de verlo ,pero no lo conseguimos.....caian tantos que algunos se cruzaban enter sí
Otras noches, subíamos al terrado,donde cenábamos , y mis padres comían sandía . Unas sandías enormes que sólo he visto en Ibiza Y que a mí para no variar ,tampoco me gustaban ,y es que a mí no me gustaba nada por entonces !Odiaba comer! y a la hora de cenar muchos días vomitaba....Lo que desesperaba a  mi madre.
El cielo de Ibiza por la noche era todo un espectáculo, pues había menos luz, y se podían ver las estrellas de una manera que no he visto, desde entonces y en ningún lugar, como allí Era como una cúpula azul marino con miles de bombillas encendidas...Se distinguían perfectamente todas las estrellas ,que mi padre me enseñaba. y me hacia parender y localizar Venus era la que más me gustaba, y aquello de llamarse Venus o el Lucero del Alba ,aun la hacia más atractiva.....Si yo fuera una estrella me gusrtraia ser Venus- pensaba-
Me dormía viendo estrellas y tratando de saber que habría en el interior de los cráteres de la luna.
Por la mañana me despertaban las golondrinas que habían vuelto al nido del año anterior,y si aguzaba un poco el oído también escuchaba las gaviotas del puerto,y la sirena de algún buque que llegaba o se iba.
Me levantaba y lo primero era un gran tazón con leche y colacao y un trozo de pa de pessic cubierto de azúcar glas, Otros días camino del mercado mi madre me compraba una ensaimada.
A eso de las 11 cogíamos la barca y hasta Talamanca.....
Asi iban transcurriendo los días...con una rutina ya establecida,y acompasada al correr lento de los días
Una mañana mi padre se levanto con una "ilusión nueva".....
Nos llevaría a ver el atardecer en el mar.
Iríamos a San Antonio en la bicicleta,para ver como el mar se comía al  Sol.
Recuerdo que aquello me intrigo, enervo y sobre todo me ilusiono. Mi padre sabia hacerme coger ilusión por las cosas ,como nadie lo ha sabido hacer jamás
Iremos, o bien esta tarde o bien mañana -nos dijo- a mi madre y a mí.

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