domingo, 12 de septiembre de 2010

San Antonio La primera vez que vi el Sol irse a dormir...59

Mi padre había padecido una guerra, había estado en el Frente del Ebro ,después dos años en la cárcel Modelo,todo por ser un profesor de la República en Barcelona ,y estudiante de Química....Algún día hablaré de la vida de mi padre y de mi madre....
En aquella época, supongo, que mi padre se sentía en la necesidad de olvidar, todo lo que había pasado y de hacer felices a los seres que más quería:! mi madre y yo...!
Por la mañana nos había anunciado que iríamos a ver" como se acostaba el Sol en San Antonio......."
La verdad, que mi familia,todos los miembros de la misma,propiciaban y tejían a mi alrededor  un mundo mágico, que excitaba mis sentidos ,y mi deseo de aprender,de ver , de experimentar....
Aquella mañana mientras mi madre iba a comprar la comida al mercado,mi padre y yo paseábamos por el puerto...y mi padre iba creando en mi la expectativa de: ver el Sol irse a dormir ,detrás del mar
Yo con la viva imaginación que tenía me pase el día visualizando  situaciones; de como el Sol se podía ir tras el horizonte....!Si estaba en lo alto!.Mi padre después de comer me dibujo la tierra en un papel y con una naranja, hacia, que era el Sol...Así que yo aquel día aprendí que la tierra era redonda y que el sol estaba fijo, que al desplazarse la tierra el sol parecía ocultarse tras ella.Pero que era la tierra que giraba alrededor del Sol.....
Con mis conocimientos,mis sueños y mis espectativas Al caer la tarde ,y con la bicicleta alquilada de mi padre ;yo en el sillín de delante y mi madre sentada detrás,nos dirigimos a: San Antonio
De Ibiza a San Antonio por la única  carretera que había entonces Unos 12 kilómetros.Mi padre había ido solo algunas tardes, y lo había encontrado tan bonito que se había prometido así mismo ,llevarnos a ver la puesta de Sol.y..! Aquel día había sido el elegido!
Mi padre era muy divertido ,ingenioso, ,muy dulce y comprensivo,y paciente; pero con un carácter acompañado de un pronto ,que si no lo conocías, podía asustarte un poco.
Recuerdo vagamente a mi padre diciendo tacos, cansado de pedalear,mi madre medio llorando diciendo que regresásemos ...y yo divertida de ver aquellas escenas,que terminaban siempre con besitos de mi padre a mi madre ,y con mi madre riendo, feliz y complacida.....
Mamá no sabia montar en bicicleta, y mi padre se lo echaba en cara, al alcanzar la cuesta ,del punto más alto de la carretera más o menos a medio camino,
Mi padre nos quería llevar pues el coche de linea que unía Ibiza con San Antonio, regresaba antes de la puesta de sol!Y mi padre quería que la disfrutáramos!
Así que el camino lo hicimos medio en bicicleta,medio andando,, con risas y con algún que otro enfado, enfado.
 Pero todo absolutamente todo valió la pena
Al llegar nos recibieron los plataneros muy grandes y frondosos que daban la bienvenida en la entrada del pueblo,durante casi un kilómetro,Al final de los mismos se veía el mar encendido, de un rojo intenso,Pero el sol, aun estaba alto, aunque ya estaba perdiendo su brillante color plata para irlo rebajando al naranja
La playa se extendía a ambos lados del final de la carretera,y esta te dejaba ,practicamente en la misma orilla
Hacia la derecha el pueblo, un grupito pequeño de casitas bajas de pescadores,la iglesia visible desde la playa y un faro en lo alto de una colina
Por el otro lado una construcción moderna y algunas torrecitas estilo ibicenco lo demás campos de cultivo y los pinos hasta la misma arena.,más que arena hasta el mar....
Nosotros nos quedamos en la playita del pueblo. Mis padres que eran muy sociables hablaban con la gente que estaba limpiando sus barcas y sus herramientas de pesca.Las mujeres con sus vestidos típicos y las trenzas bien peinadas.Aquel día yo tambien llevaba una trenza con un lazo rojo en el extremo.!Como ellas!
Las casitas casi estaban dentro del mar, y el agua daba la impresión de que estaba mas baja de lo normal ...Ya comenzaba a ponerse rojiza ,a medida que el Sol iba bajando.Nos situamos mirando al Oeste y esa fue la primera vez que mis ojos vieron la silueta de la isla de la Conejera,que cierra la bahia de San Antonio
Mi padre no paraba de hablarme:, "ahora  veras como baja cada vez más deprisa,y se va a dormir."
Yo no me acuerdo, pero él dice que le conteste
-No digas tonterias Papy, la tierra pasa por delante y le hace sombra- A mi modo lo había entendido...
-Y dejame verlo que esto es muy bonito-
Seguramente le contestaría algo asi....Y él ,se sentiría orgulloso de su hijita.....no se ,han pasado muchos años.
El caso es que el espectáculo me resulto impactante,si cierro los ojos,lo veo, como lo vi aquel día.
El sol bajo a poca distancia del norte de la Conejera, sobre el mar,y llegado un punto al parecer más grande ,parecía que la velocidad de bajada se aceleraba.No había nubes en el cielo,y la estela que formaba hasta nuestros pies era completamete roja.
Mis padres contemplaban la puesta de Sol abrazados ,sus caras estaban rojas por el reflejo y recuerdo que mi padre le dio un beso a mi madre. Inmediatamente fui a reclamar mi parte y ambos me besaron ,yo me senté entre ellos ,y fui muy feliz.
En cierta manera, intuía ,que aquella tarde la recodaría toda mi vida.
El Astro, comenzaba a tocar el horizonte,Los tres seguíamos sentados en una barca sobre la arena,mirando, unas nubes deshilachadasy finitas que se formaron sobre el Sol, pero pronto quedaron susupendidas por encima de él y el espectáculo continuo hasta desaparecer .....Unos rayos de luz sobrenatural aparecieron en el preciso instante en que el sol quedo ya dormido, tras el horizonte.
Nos quedamos una rato en la playa paseando viendo como el color anaranjado se iba diluyendo en el horizonte, y mojandonos los pies,una brisa suave nos envolvió,y decidimos regresar.
Del regreso no recuerdo nada...absolutamente nada,debí dormirme,no lo se.
Aquel verano, volvimos muchas veces a bañarnos a Cala Gracio y Cala Gracioneta, con el coche que unía La capital Ibiza con San Antonio....vimos muchas puestas de sol, pues a medida que el verano avanzaba las puestas de sol se adelantaban, y nos permitia, después de bañarnos contemplarlas ,otras veces las veíamos de refilón cuando el autocar se adentraba en la carretera a la salida de San Antonio bordeada de grandes plataneros; girábamos la cabeza,para ver los últimos rayos encendidos ,Pero ninguna absolutamente ninguna fue como aquella primera experiencia ,que guardo en mi interior ,en la cajita de los recuerdos bellos que todos tenemos dentro !Al menos yo!
Y que en los momentos,más inesperados, se abre y salen; como un bálsamo,una alegría,una dulce canción del pasado para hacernos compañía, en un momento de soledad o de alegría,

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